Cuando se trata de pintura, no hay dicho que nos vaya mejor que el que canta «para gustos, colores». El color, o la ausencia del mismo, dice mucho de nuestro estilo y nuestro gusto así que, aunque puedes pintar tu casa como más te guste, antes de ponerte manos al rodillo, analiza tu casa, el espacio de que dispones, la luz y, sobre todo, decide qué es lo que quieres.
¿Color o blanco impoluto?
Cuando se trata de pintar paredes encontraréis fanáticos y detractores del color como del total white. Ambas opciones son perfectamente válidas, e igual de decorativas, pero la clave está en escoger lo que mejor le vaya a nuestro hogar. A la hora de elegir la pintura no sólo debemos pensar en lo que nos gusta, tenemos que tener muy claro qué es lo que nuestra casa se puede permitir.
Si, por ejemplo, tenéis un espacio enorme, luminoso y con un buen mix de estilos, simplemente dad rienda suelta a vuestra creatividad. Pero, si por el contrario, vuestra casa es pequeña o poco luminosa, escoged tonos que disimulen estas cualidades.
Tendencias & Estilos
Tengo que reconocer que soy de las que optan siempre por la luz del blanco. Es el color comodín pues encaja con cualquier estilo y también realza los espacios. Aporta luminosidad, amplitud y da mucho juego a la hora de decorar.
Pero, también reconozco que, un toque de color, puede hacer que un espacio cambie completamente. Los tonos pastel son una opción más que recomendable si no te atreves con un color vivo y puedes optar por pintar del mismo tono toda una estancia, o incluso toda la casa.
Si buscas una inyección de color apuesta por colores naturales, como el teja o el verde. Está muy de moda pintar una única pared en una estancia, aunque si el espacio lo permite, opta por pintar toda la superficie. Con una decoración ligera, la pintura cobrará todo el protagonismo. Eso sí, sea cual sea tu elección, apuesta por una marca de pintura de calidad.