Si te encuentras entre los muchos ciudadanos que tienen que conformarse con vivir en un piso de pequeñas dimensiones, sabrás lo difícil que puede resultar decorar este tipo de espacios. Y es que no solo tiene que caber todo lo necesario, sino que se deben buscar decoraciones que no agobien las diferentes estancias, prescindiendo de muchos elementos.
En definitiva, es aconsejable apostar por la sobriedad y la sencillez, aunque esto no quiere decir que tengamos que dejar a un lado el estilo. De hecho, a pesar de la falta de espacio, es posible personalizar cualquier habitación. Una de las mejores formas de hacerlo es a través de las paredes pero, ¿cómo es posible decorarlas sin reducir los espacios? ¡A continuación te lo contamos!
Pintura y muebles
A la hora de decorar cualquier ambiente pequeño, lo primero que se debe tener en cuenta son las paredes y los muebles que irán apoyados en ellas. Así, lo ideal es apostar por los tonos blancos y neutros y escoger piezas de poco fondo, estrechas y de líneas simples, que eviten situaciones incómodas y agobiantes. También es buena idea instalar baldas en las paredes, que pueden servir para colocar accesorios decorativos u otro tipo de objetos.
Cuadros y marcos
Una de las mejores ideas para darle un toque personal a tu vivienda sin restar prácticamente espacio es la de colocar marcos y cuadros. Puedes crear una combinación de piezas a medida del espacio con el que cuentas. De esta manera sumarás colores suaves y texturas, consiguiendo un resultado armonioso y con carácter. Y si aún quieres ocupar menos espacio, opta por los vinilos o papeles pintados.
Objetos decorativos
Además de los cuadros, existen otros objetos decorativos que pueden colgarse de las paredes para ambientar los diferentes espacios en viviendas de tamaño reducido. Por ejemplo, en la cocina se pueden colgar utensilios, en los pasillos viejas ventanas reutilizadas, macetas colgantes… Además, no debes olvidarte de los espejos, ideales para ampliar el tamaño visual de las estancias.