Hace unas semanas te presentamos un proyecto de lo más curioso: un viejo autobús convertido en una vivienda de diseño. Pues bien, hoy vamos a hablarte de una iniciativa parecida, aunque el resultado, lógicamente, no es igual.
Hank Butitta, un estudiante de arquitectura frustrado porque sus proyectos y los de sus compañeros significaban una gran cantidad de trabajo y casi siempre quedaban en nada, decidió comprar un viejo autobús escolar y convertirlo en un espacio de vida flexible como proyecto de fin de carrera. Butitta quitó cualquier resto de lo que era para tapizarlo con madera y mobiliario práctico. El resultado, como podrás comprobar en las imágenes que añadimos en la galería, es increíble.
Una micro-casa móvil
Una micro-casa móvil de 21 m2, con suelos de madera reciclada e iluminación ambiental LED de intensidad regulable. Este es el resultado del trabajo de final de carrera de Buttita. Lo cierto es que a nivel decorativo no es demasiado espectacular, aunque es una vivienda de lo más práctica.
Todo lo necesario para el día a día
El espacio cuenta con cocina, zona de estar, mesas para trabajar y camas para dormir. En definitiva, todo lo necesario para hacer el día a días. Además, este estudiante de arquitectura ha utilizado madera para revestir el bus por dentro, lo que resulta cálido y acogedor. En cuanto al baño, el bus cuenta con un inodoro portátil y una bomba de pie para el fregadero de la cocina, aunque tiene en mente solucionar el problema de un modo definitivo en el futuro con tuberías integradas.
Viajando por Estados Unidos
Ahora, Butitta va por Estados Unidos en un viaje por carretera buscando el encuentro con colegas y gente que quiere saber sobre la casa móvil.