La cocina ya no es sólo un lugar dónde se prepara la comida. Las cocinas se han convertido en un punto neurálgico de la casa dónde muchas veces acaban juntándose más personas de las que cabría esperar. Además, en estos tiempos de crisis, muchas personas hemos optado por salir menos y cocinar más así que es indispensable que la cocina sea un espacio práctico a la par que social.
Y, ¿cómo conseguirlo? Las cocinas abiertas o integradas son una solución muy práctica, estética y que permite que el o los cocineros no queden excluidos del resto. Además, da amplitud, luminosidad al espacio al tiempo que ofrece muchas más posibilidades a la hora de distribuir y decorar.
No sólo para pisos pequeños
Este tipo de distribución se utiliza mucho en pisos pequeños pues permite aprovechar muchísimo más el espacio al abrir las estancias pero, ¿por qué sólo en pisos pequeños?
En Estados Unidos la mayoría de casas tienen este tipo de cocina y no son precisamente pisos (ni casas) pequeños así que si tienes una cocina enorme y un salón aún más grande, aprovecha pa crear un espacio único que te permita interconectar los espacios.
Cada vez organizamos más reuniones en casa y nos gusta ser partícipes de las veladas o comilonas en todo momento, por eso este espacio es ideal. Además, para aquellos a los que no les convenza demasiado, siempre se pueden crear separaciones sin necesidad de aislar los espacios. Una pequeña barra, una cocina en L o una isleta serán suficientes para crear espacios independientes pero que puedan interactuar entre si.
Un inconveniente podrían ser los olores que se producen al cocinar pero con una buena extracción este problema quedará solucionado y podrás disfrutar no sólo de un espacio más grande y luminoso, también de ser partícipe de cualquier reunión aún estando entre fogones.