Una de las tendencias más bonitas que están de moda hoy día para los muebles son los acabados “empolvados”. No sé si os sonarán, pero cada vez están más presentes en las revistas y las ferias de decoración. La verdad es que bajo el nombre “empolvado” lo que se encuentra son acabados totalmente mates, en tonos nostálgicos y evocadores que recuerdan ambientes de tiempos pasados.
Rosa palo, gris perla, azul pastel, verde musgo… Son colores muy interesantes para este tipo de acabados. A continuación vamos a ver una serie de pasos para lograr un acabado empolvado digno de la mejor revista de decoración.
Mejor, tonos suaves
Lo primero es escoger el tono. Los colores fuertes no son adecuados para este tipo de acabados: olvidaos del rojo, el azul “pitufo”, el verde lima o el naranja butano. Es mejor escoger tonos como los que os he mencionado antes. Para conseguir superficies suaves y mates, tendréis que utilizar pinturas especiales de alta calidad. La pintura “americana”, todo un clásico de las manualidades y la decoración de muebles, ofrece resultados insuperables. Es algo más cara, pero merece la pena.
Acabado artesanal
Antes de pintar el mueble, es recomendable aplicar una mano de selladora acrílica (o sintética, si es de melamina o está barnizado) para favorecer el agarre. Dejaremos secar la selladora y la lijaremos con papel nº 400. La pintura se debe aplicar con brocha de espuma o rodillo de esmaltar para evitar marcas. Cada mano que se aplique debe lijarse una vez seca. Os recomiendo que extendáis entre tres y cuatro manos de pintura. Cuando la última capa se haya secado, un barniz mate en aerosol servirá como protección para el acabado y quedará totalmente invisible.