Es posible que cuando leáis el título de este post os echéis las manos a la cabeza. ¿Amarillo y negro? Parece una combinación imposible… Estos dos colores evocan imágenes tan inquietantes como los cuerpos de las avispas y las señales de alta tensión, dos cosas que siempre es mejor tener lejos. Pero una vez más, si se hace de forma inteligente es posible combinar estos dos intensos tonos para crear ambientes equilibrados y elegantes.
La cuestión es saber dosificar los colores, y por supuesto, combinarlos con otros tonos y texturas para suavizar su fuerte contraste.
Con maderas claras
El amarillo y el negro pueden ser elegantemente matizados con muebles de madera clara (nunca oscura), bien de estilo rústico o clásico, bien de líneas nórdicas y depuradas. El suave tono de la madera de haya o de abedul, por poner dos ejemplos, sirve para aportar la necesaria armonía a la posible estridencia creada por los colores negro y amarillo. Los complementos decorativos en metal cromado o en blanco mate son también buenos compañeros para estos dos tonos, y junto con la madera generan espacios llenos de belleza que tardarán años en pasarse de moda.
Una propuesta decorativa
Si queréis probar a introducir la combinación amarillo/negro en vuestra casa, podéis empezar por algún rincón o espacio no muy grande. Una pared empapelada con un papel pintado negro (puede llevar motivos impresos en gris o metalizado) se puede combinar con un suelo de tarima y rodapié en madera clara. Colocad ante ella una alfombra amarilla, preferiblemente con una forma irregular o circular, y una mesita o butaca de madera clara estilo retro. Por último, podéis iluminar este elegante rincón con una lámpara de pie en metal cromado y colgar en la pared algún cartel que lleve los dos colores, amarillo y negro. El resultado os sorprenderá.