Un bebé duerme entre 15 y 20 horas por día, así que elegir una buena cuna y una buena ropa de cama es vital. Así, al igual que sucede a la hora de comprar la ropa para el recién llegado, cuando llega la hora de vestir su cama deberemos escoger los mejores materiales y las mejores calidades para que el pequeño siempre se encuentre en perfecto estado.
Por supuesto, escoger ropa de calidad no está reñido con el diseño y el buen gusto, por lo que la combinación entre estética, practicidad y confortabilidad es totalmente compatible. Te explicamos cómo debe ser la ropa de cama de tu bebé a continuación.
Tejidos y tintes naturales
Es importante que tengas en cuenta que la piel de los bebés es muy delicada, por lo que es recomendable utilizar materiales hipoalergénicos y suaves. Sin duda, la mejor opción son los textiles naturales.
Una de las mejores alternativas para vestir la cama de tu bebé es el algodón natural y, aunque es muy habitual regalar sábanas bordadas con el nombre del pequeño al nacer, los hilos usados para este fin pueden resultar perjudiciales para su piel. Incluso, pueden romperse y acabar enredados en sus dedos. Por supuesto, también es recomendable que los estampados o los colores de las sábanas hayan sido teñidos con tintes naturales.
Tamaño
Por otro lado, es importante acertar con el tamaño de la ropa de cama. Como debe primar la comodidad, no debe ser ni muy grande para que el bebé no pueda acabar enredándose, ni muy pequeño para que se salga del colchón. Por eso, es importante tomar las medidas del colchón y la cuna antes de comprar nada.
Por último, también es importante buscar ropa de cama fácil de lavar y de gran resistencia.