Todos hemos sido adolescentes y hemos querido tener nuestra habitación empalada con pósters de nuestros ídolos. Sin embargo, a los padres no solía gustarles mucho la idea por una razón: el deterioro de las paredes por culpa de estos carteles.
Pero no creas que lo de los pósters es solo cosa de críos. A muchos adultos les gusta la idea de colocarlos en diferentes estancias del hogar para darle un toque especial a la estancia. Tanto para ellos como para los adolescentes, hoy tenemos unas cuantas ideas para que puedas colgar los pósters sin preocuparte de deteriorar las paredes.
Marcos
Sin duda, una de las mejores formas de colocar un póster en la pared es colocándole un marco. De esta manera, podrás colgarlo como si fuera un cuadro sobre la pared. Sin embargo, la mayoría de veces se prefiere el aspecto que tiene la lámina sin marco, por lo que es necesario buscar alternativas.
Métodos menos recomendables
Si has pensado en las chinchetas, quítatelo de la cabeza, ya que agujerean la pared, pueden hacer saltar la pintura y deterioran el aspecto de la habitación. Tampoco es buena idea el uso de la cinta adhesiva, ya que los cambios de temperatura y el paso del tiempo hará que se despegue y, en caso de cintas muy fuertes, también pueden desconchar las paredes.
Métodos más recomendables
En cambio, el blu-tack es la mejor alternativa para colgar posters sin perjudicar las paredes. Se trata de una masilla adhesiva que, además, puede utilizarse varias veces.
También son recomendables las pistolas de silicona, muy utilizadas en la realización de manualidades y trabajos artesanos. Ésta es la opción ideal para aquellos pósters que quieras fijar bien y que no tengas previsión de quitar.
El blu tack no es nada recomendable, lo digo por esperiencia.
Es cierto que pega bastante bien, pero cuando lleva un tiempo acaba también por depegarse además de dejar restos de blu tack en la pared. Que si bien son «fáciles» de quitar, dejan una hermosa mancha de grasa en la pared, por lo cual luego de usarlo debes pintar.