En la actualidad, la decoración nos permite emplear todos los tonos del espectro cromático para decorar las estancias de la casa. Hace unos años el verde se puso de moda: recuerdo que cuando ibas al kiosko, era un color que predominaba en las portadas de las revistas de decoración. Tras un tiempo de auge fue sustituido por otros tonos, como los amarillos y ocres, para luego pasar a la tendencia de los blancos y los neutros.
Pero ahora es posible disfrutar de nuevo de los tonos más intensos gracias a la vuelta del color a la decoración. El verde nos ofrece todo tipo de posibilidades para interiores, y como es el color de la relajación (no en vano, los uniformes de médicos y enfermeras son verdes…), siempre acertaremos si lo escogemos para nuestra casa.
Verdes secos para el salón
En la primera foto y en la que aparece sobre estas líneas, el color verde forma parte de la decoración de dos salones. Sin embargo, en lugar de estar presente en todas y cada una de las superficies, lo que se ha hecho ha sido incorporarlo a tapicerías y detalles, combinándolo acertadamente con blancos rotos y tonos neutros. Si escoges verdes secos o empolvados, tipo caqui suave, conseguirás ambientes clásicos pero también refrescantes. Estos colores también combinan a la perfección con las maderas claras y enceradas, e incluso con los rosas pastel.
Tonos flúor, luminosos y modernos
Las cocinas agradecen este tipo de colores, alegres y luminosos y al mismo tiempo frescos. La moda de los tonos flúor ha llegado también a la decoración: fijaos qué cocina más vanguardista y luminosa aparece en esta imagen. El verde lima es el protagonista, combinado con el alicatado amarillo del salpicadero. Me gusta el detalle de los armarios suspendidos: en lugar de tener el mismo tono, son de un verde más matizado. La presencia del blanco en suelo, encimera, mesa y cortinas contribuye a equilibrar la composición. Os dejo con una galería de imágenes en las que podréis ver que el verde es un color perfecto para toda la casa.