Cuando pensamos en revestimientos de mosaico siempre llegan a nuestra mente imágenes de cuartos de baño decorados con este tipo de material. Resultan frescos y modernos, pero siempre los concebimos en el baño, limitando su uso a este espacio.
Sin embargo, las nuevas tendencias decorativas rescatan el mosaico, lo elevan a la categoría de producto estrella y lo exhiben en cualquier otro ambiente de la casa. Y no me extraña. Los nuevos mosaicos son tan bonitos, que es una pena relegarlos al baño. Mejor los mostramos en espacios tan públicos como el salón. Acierto seguro.
Antiguo y con mucha historia
El uso del mosaico es tan antiguo como la vida misma. Ya se empleaba en el siglo VII a.C. para pavimentar los suelos. Y después, con la llegada del cristianismo, también empezó a utilizarse en las paredes y en las cúpulas de muchas iglesias.
Siglos después, y aunque el material ha evolucionado de forma radical, la esencia del mosaico es la misma que entonces: aplicar pequeñas piezas o teselas sobre una superficie plana para componer un dibujo. Y, aunque su uso se ha limitado durante años a los cuartos de baño, parece que va saliendo hacia otras áreas de la casa, como el salón o la cocina. Los mosaicos se adaptan a cualquier espacio.
Diseño a la italiana
Entre las muchas empresas que fabrican y comercializan mosaicos hoy, destacan algunas como Sicis, una firma italiana que se caracteriza por haber revestido con mosaico espacios inauditos, como fachadas de edificios o suelos de discotecas. Sus mosaicos de vidrio, mármol y gres se combinan de maravilla con otros materiales como el acero inoxidable o la madera.
Bisazza, también italiana, destaca igualmente en el mundo del mosaico. Es todo un referente en el sector, ya que aúna la artesanía tradicional con el diseño más contemporáneo. Así, sus mosaicos pueden ponerse en interior y exterior, incluidas las piscinas.