El adjetivo “recargado” está lleno de connotaciones negativas. Sinónimo de excesivo o directamente hortera, muchas tendencias en decoración se han afanado en huir de este concepto para caer directamente en un extremo igualmente discutible. A saber, ese minimalismo impersonal que se repite en tantas y tantas viviendas modernas, hasta tal punto que nos es imposible distinguir una de otra…
Sin embargo, y como podéis ver en estas imágenes, es posible decorar las estancias de forma recargada y barroca (incluso aportando divertidos detalles kitsch) y lograr resultados magníficos. Los ambientes de las fotos pertenecen a un edificio vanguardista de pisos de lujo llamado Mosaico, ubicado en Atenas.
Cuadros… Sin “cuadro”
Fijaos que una de las claves de estas estancias es el uso constante del mismo papel pintado, con motivos de pájaros volando, que crea un efecto de continuidad muy interesante en toda la casa. Me gusta mucho el detalle del marco sin cuadro, que realza este mismo revestimiento creando un cuadro donde en realidad, no hay sino un marco vacío… Las paredes muestran un interesante ejercicio de horror vacui y sobre el ya de por sí llamativo papel cuelgan platos de porcelana, mariposas directamente kitsch y turbadoras fotografías en blanco y negro.
Temática animal
Cuadros y más cuadros: colgados de la pared o directamente apoyados sobre los muebles. Y también marcos de fotos, pequeños y grandes, y todo tipo de cachivaches (eso sí, siempre de calidad; ¡nada de comprarlos en una tienda de todo a 1 euro!). Las esculturas y las plantas aportan un toque muy estiloso al ambiente, así como los muebles de estilo retro, de gran calidad. Escoger un tema es muy buena idea para conseguir un ambiente similar: en este caso ha sido la vida animal, que vemos reflejada en el papel pintado, las pantallas de las lámparas y cuadros como la fotografía antigua de los elefantes.