Si sois de las que cogen la lana y las agujas en cuanto tienen un minuto libre, entenderéis a las mil maravillas que la fiebre del punto se haya extendido a otros ámbitos como la decoración de la casa. Hasta ahora, el único objeto de punto que habíamos visto eran los cojines y, quizás, alguna manta para el sofá o para poner a los pies de la cama.
Ahora todo ha cambiado y el knitting (como se conoce en inglés a la actividad de tejer con agujas y lana) no queda solamente para hacer bufandas o jerseys, sino que coloniza otros espacios y ambientes: alfombras, lámparas, fundas para butacas y sillones, pufs, etc. Un interminable repertorio de ideas para crear un ambiente cálido y original.
Originales y sostenibles
Naomi Paul y Melanie Porter son dos de las diseñadoras responsables de esta reinterpretación del punto. Con sus ideas y diseños, le han dado una nueva vida que se traduce en objetos diferentes y muy especiales.
Naomi Paul, por ejemplo, es la creadora de la colección de lámparas colgantes Omi, tejidas con lana o algodón. Están realizadas a mano y siguiendo un protocolo de sostenibilidad, que emplea materiales reciclados. Por todo esto, y por el exquisito diseño que exhiben sus piezas, Naomi Paul fue reconocida con el premio Furniture & Interior Accesories Awards en 2012.
El knitting toma la casa
También os gustarán las creaciones de Melanie Porter, otra diseñadora que ha llevado el punto a una nueva dimensión. Sus diseños se pueden comprar por encargo desde su web, y pueden personalizarse hasta el infinito.
Después de trabajar como diseñadora de prendas de punto para varias firmas de moda, Melanie pensó que ya era hora de hacer algo diferente. Y adaptó su gran pasión, el punto tejido con agujas y lana, al interiorismo. El resultado ha tenido tanta y tan buena aceptación, que hoy sus piezas se venden, además de online, en tiendas de todo el mundo. Butacas, sillas, lámparas, cojines… y muchas más piezas realizadas de una manera totalmente artesanal.