Islas de cocina de formas curvas

¿Quién no ha soñado alguna vez con una de esas cocinas que vemos en las revistas de decoración o en los anuncios de la tele? Amplias, desahogadas, con metros y metros cuadrados en los que cocinar, comer, jugar… vivir.

La isla es un elemento clave en muchas de esas cocinas de ensueño. Un añadido en cuestión de mobiliario y zonas de trabajo, que ayuda a organizar las circulaciones en el espacio. Hoy las islas son, además, un recurso para el diseño. ¿Lo último? Formas curvas y redondeadas.

Para cocinas espaciosas

Las islas de cocina resultan prácticas y funcionales. No solamente incorporan más metros de encimera y más espacio para trabajar, sino que también suelen incluir la placa de cocción o el fregadero. En el primer caso, y gracias a los nuevos extractores que se suspenden del techo, los humos y olores ya no son un problema.

Sin embargo, un requisito fundamental para contar con una buena isla es el espacio. Necesitan una cocina amplia, diáfana, para poder instalarse ya que, de lo contrario, se convierten en un estorbo.

Manda la curva

Las últimas tendencias en diseño de cocinas presentan las islas con formas curvas como novedad. Su apariencia sinuosa las hace muy atractivas y bellas, aportando al espacio una dosis extra de elegancia.

Aunque podrían quedar muy bien en cocinas de aire rústico, la verdad es que estas islas redondas resultan perfectas para espacios vanguardistas, diseñados con materiales y superficies contemporáneos como las encimeras de cuarzo, el acero o los laminados con acabado de alto brillo.

Si tenéis la suerte de contar con una cocina grande, algo que no todo el mundo puede decir, no dudéis en planificar una isla redonda de líneas suaves y elegantes. Una forma de conseguir una cocina espectacular.