Ahora que estamos inmersos en plenas celebraciones navideñas, nos vendrán bien algunos consejos para poner la mesa en las comidas y cenas de fiesta. Además, puede que os chiflen los dorados y los brillos, pero también puede que estéis saturados de tanto glamour.
En este post me gustaría demostraros que otra mesa de Navidad es posible, y que no es necesario recurrir siempre a los centros en plata y oro o a los adornos en rojo para decorar con estilo una mesa navideña.
La belleza de la madera
Los amantes de lo rústico, de la decoración más natural, también pueden poner una mesa de Navidad muy especial. Su sencilla belleza será tal, que no tendrá nada que envidiar a las sofisticadas mesas decoradas en dorado.
En las imágenes tenéis ejemplos sobre cómo conseguir que una mesa rústica brille con luz propia, pero también os daré algunos consejos que os pueden ayudar. Para empezar, la superficie es importante. Si contáis con una mesa de madera sin tratar, rústica y especial, no se os ocurra vestirla con mantel alguno. Yo la pondría tal cual, para que se pueda lucir la belleza de la madera. Además, el contraste de la misma con una vajilla delicada es muy especial.
Adornos y complementos, mejor con medida
En lo que se refiere a la vajilla, quedará bien poner una clásica, especialmente si es un tanto rústica. O podéis decidiros por una vajilla vanguardista y muy festiva, lo que creará un contraste muy bonito con la mesa de madera. Con la cubertería sucede lo mismo. En lo que se refiere a la cristalería, prefiero las copas sencillas, siempre que sean de buen cristal. Me encanta su brillo. Elegid servilletas de lino o de otro tejido rústico.
Otro consejo que creo que os puede ser útil es no recargar. Ya sean sencillas flores, velas rústicas o piñas naturales, poner demasiados adornos en la mesa navideña no es una buena idea. Además de entorpecer, recargará demasiado el ambiente. Si tenéis dudas, recordad: menos es más.
