Me apasiona la belleza y naturalidad de los materiales nobles y, especialmente, la calidez de la madera. El apartamento que me gustaría mostrarte hoy es toda una oda a esta materia esencial sin el que la vida no sería vida.
El interiorismo del apartamento está dedicado de principio a fin a la madera. Se ha buscado (y se ha conseguido) una apariencia homogénea en todas las habitaciones, a través de un material bello y cálido.
Una atmósfera acogedora
Diseñado por el arquitecto italiano Gianlucca Fanetti, el apartamento se localiza en Campodolcino, una pequeña población de la región de Lombardía. Está inmerso en el campo, en una naturaleza que alcanza en invierno una belleza espectacular.
Aunque en un principio el visitante pudiera pensar que tanta madera resulta excesiva… según transcurren los primeros momentos, uno se da cuenta de que no es así. De que el espacio te acoge, te abraza, te hace sentir bien. Se respira una atmósfera acogedora, especial.
Espacios diáfanos
Con una arquitectura muy especial, el interior del apartamento es bello, elegante y con cierto aire romántico. Las superficies lisas, la sencillez de los espacios, la madera presente en suelos, techos y muebles… Todo está pensado para ofrecer una sensación de comodidad, de bienestar. De hecho, a mí me sugiere que es el refugio perfecto para unas vacaciones invernales.
El salón es amplio y diáfano. Los altos techos abuhardillados contribuyen a aligerar el ambiente, de forma que el resultado final no es en absoluto cargante. Se han empleado en la decoración algunos detalles que marcan un exquisito contraste, como las sillas de metacrilato en torno a la mesa del comedor. Son un diseño de Philippe Starck para Kartell.
Para la zona de dormitorios, el arquitecto diseñó, además de algunas habitaciones independientes, una zona de camas diáfana en el ático que hace que el espacio parezca multiplicado, y que parece insistir en la idea de refugio de vacaciones. Todo un lujo en el campo.
