Una de las cosas que más se tienen en cuenta a la hora de decorar cualquier estancia es el poder aprovechar bien el espacio, haciendo así que parezca más amplia. Esta máxima se aplica especialmente en el salón, que es la estancia en la que mayor tiempo pasaremos al día, del tiempo que estamos despiertos claro. Es por eso que su decoración es muy importante, además de otros factores como su limpieza y orden.
Al elegir los muebles del salón es importante que elijas aquellos que te permitan tener todo mucho más ordenado, como por ejemplo que tenga estantes para poder organizar libros, películas, cds, la vajilla, la cristalería… Por supuesto, también tienen que ser muebles decorativos y que no se vean muy grandes pero sí que te ofrezcan mucho espacio para el almacenaje. Es algo que puede parecer difícil de lograr pero que en realidad no lo es, simplemente hay que buscar ya que hay muchos muebles en el mercado que cumplen con esas premisas.
Organizar el salón
Los muebles y elementos decorativos debes organizarlos de manera que el salón se vea amplio, limpio y ordenado, que no haya necesidad de tener nada por el medio que rompa el equilibrio y haga que se vea desordenado. Lo primero que tienes que hacer para conseguir esto es distribuir los muebles que son imprescindibles, como por ejemplo el sofá, el mueble para el televisor, una estantería, la mesa y sillas si tienes también allí el comedor… todo ello buscando la mejor ubicación para cada uno de ellos para así aprovechar mejor el espacio y las características de cada mueble.
Organiza los muebles de forma que ninguno entorpezca el paso ni el uso de otro mueble o elemento. Por ejemplo, nunca pongas un sofá junto a una ventana si no vas a poder abrirla porque la hoja se chocaría con alguna parte del sofá. Tampoco pongas una estantería detrás del sofá o de otro mueble si con eso va a quedar inutilizada alguna de sus partes.
Una vez que hayas puesto todos los muebles que son imprescindibles ya podrás introducir los elementos decorativos o muebles auxiliares, analizando si son válidos para ese lugar y si no desequilibrarán el ambiente. Nunca sobrecargues una estancia ya que puede producir estrés.