Cuidados de las alfombras de piel


Todos los elementos del hogar requieren unos cuidados especiales para poder lucir siempre bonitos y, lo más importante, ser saludables, algo que no serán si se acumula mucho polvo o suciedad en ellos. Las alfombras son un elemento que todo el mundo tiene en su hogar, ya sea en el salón, en el dormitorio, en la cocina o en el cuarto de baño. Un textil imprescindible que puede cumplir diferentes funciones como proteger el suelo de manchas de grasa (en la cocina) o darle un poquito de calor a tu hogar cuando llega el invierno.

Hoy me gustaría escribir sobre las alfombras de piel y los cuidados que necesitan para estar siempre en perfecto estado, que al ser pieles de animales tienen que ser cuidados especiales, especialmente cuando están en contacto con el suelo, que es siempre. La distribución de sus pliegues y manchas naturales obligan a poner mucha atención en su limpieza ya que una carencia de ésta haría que quedara sucia, fea y con un aspecto que nada tiene que ver con el espectacular que puede tener si la cuidas bien.

Las alfombras de piel van perdiendo su color natural con el paso del tiempo si no reciben los cuidados que necesitan, así que hay que ser muy exigente con esto ya que son alfombras caras que deben durar mucho tiempo para que la inversión merezca la pena. Toma nota de estos consejos para limpiar alfombras de piel:

– Lo primero que tienes que hacer es quitar el polvo que queda entre las cerdas de la alfombra, algo que se hace con un trapito limpio y seco. Después quita los residuos que queden con un cepillito, siendo muy importante quitar lo que hay en los bordes. Si después de esto aún quedan residuos, utiliza una aspiradora de mano, pero siempre como última opción.

– Si la alfombra se mancha son cualquier sustancia es muy importante que se quite la mancha cuanto antes. Hazlo con un trapo limpio y humedecido en agua con jabón neutro, pero teniendo mucho cuidado de no tocar en las partes que no están manchadas. El trapo tiene que estar un poco humedecido pero no mucho ya que podría estropearse la piel.

– Cuando limpies la alfombra con un trapo húmedo tendrás que ponerla a secar en un lugar con buena ventilación pero en el que no haya demasiada luz.

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