Hace ya unos cuantos años, cuando los suelos laminados aparecieron en los centros de bricolaje y los establecimientos especializados, no eran lo que se dice un revestimiento muy atractivo. Las imitaciones de los materiales (madera) no estaban muy conseguidas y estos suelos daban una desagradable sensación de “plástico”. Parece mentira cómo han cambiado las cosas en este sentido…
Hoy día los suelos laminados ofrecen acabados espectaculares, hasta tal punto que a veces son incluso más caros que las tarimas de madera auténtica. Un buen ejemplo de calidad es el que nos traen los suelos que aparecen en estas fotos, que imitan antiguos suelos de roble aceitado.
Tablones largos y naturales
Estos pavimentos forman parte de la colección Melango de Meister, y una de sus características más especiales son sus tablones de más de dos metros de largo, que dan la sensación de formar un suelo antiguo auténtico de madera suavemente patinada. Son suelos de alta calidad que además llevan en sus cantos biseles longitudinales, los cuales aportan profundidad y autenticidad al acabado. Dentro de la colección podemos encontrar el clásico color de roble dorado, pero también el de tono grisáceo (en la fotografía que aparece sobre estas líneas) que a mí, particularmente, me encanta.
Resistencia a la humedad
Los suelos Melango son laminados de alta gama y quedan preciosos en estancias diáfanas, abiertas y luminosas. Y un rasgo que les aporta una indiscutible personalidad: el dibujo y la textura de las maderas nunca se repite dentro de una misma tabla, lo que contribuye a darles un interesante aspecto natural. Los suelos son todos imitación roble y entre sus prestaciones se encuentra una garantía de cinco años y una alta protección a la humedad, gracias al acabado especial AquaSafe-System. Puedes encontrar estos magníficos suelos laminados en las tiendas y la página web de Otto Parquet.