Ya hemos entrado en el otoño y el frío comienza a inundar un montón de hogares, especialmente los de la zona norte del país que es donde más pronto se notan las bajas temperaturas. Cuando llega el frío hay que estar preparados para ello, especialmente nuestro hogar, que debe contar con lo necesario para poder darnos al menos un poquito de calor y poder estar a gusto en cualquier momento.
Y si de dar calor en el hogar hablamos, no cabe duda que las estufas son uno de los elementos indispensables para ello, habiendo actualmente infinidad de modelos y diseños para que además de calentar cualquier estancia se adapten perfectamente a la decoración de la misma. Hoy me gustaría hablarte de las estufas rusas, que a pesar de que pueden ir en cualquier hogar, son perfectas para las casas de campo o de montaña, o en general cualquiera que tenga decoración rústica.
Estas estufas encajan perfectamente en diferentes ambientes y su sistema de funcionamiento hace que sea una de las más eficaces de cuantas hay en el mercado. Con una estufa rusa no solo conseguirás un ambiente muy cálido en cualquier estancia sino que a nivel decorativo ganarás muchísimo ya que será casi como tener una chimenea, un elemento perfecto en la decoración del hogar. El calor se mantiene mucho más tiempo que en cualquier otra estufa ya que, al no estar expuesto a corrientes de aire, se libera progresivamente.
Las estufas rusas se hacen con ladrillos refrectarios, un material con el que se consigue conservar y liberar una mayor cantidad de calor ya que su temperatura de combustión es muy alta al tener la cámara de aire cerrada. Además, esa cámara quema cualquier residuo peligroso, como por ejemplo el monóxido de carbono, y su forma de consumo es mucho mejor que la de cualquier otro sistema de calefacción con leña.