La porcelana es uno de los materiales más sensibles que puedes utilizar en la decoración, aunque también es uno de los más bonitos, con lo que una cosa compensa a la otra y hace que merezca la pena tener un cuidado extra ya que lucirá espectacular en cualquier cosa que la emplees. Mucha gente tiene este material especialmente en una vajilla, un clásico que no pasará de moda y que es ideal para decorar y utilizar únicamente en ocasiones muy especiales.
También se pueden tener diversos elementos decorativos en este material, lo que sin duda dará un toque muy especial a cualquier ambiente. Los tienes desde los más sencillos hasta otros mucho más extravagantes, que casi siempre suelen ser los más antiguos ya que antes se utilizaba la porcelana para hacer objetos muy llamativos, mientras que hoy en día se utiliza para todo tipo de objetos y de diferentes estilos, con lo que encajarán perfectamente en tu decoración.
Al ser un material tan delicado, deberás poner siempre muchísimo cuidado y delicadeza al limpiarla o simplemente al trasladar una pieza de un sitio a otro. Para su limpieza, lo más recomendable es meter la pieza en un recipiente plástico con agua y un poco de zumo de limón, con lo que recuperará su brillo natural. El recipiente ha de ser plástico para que la pieza no se estropee si se lleva algún golpe o roce.
Nunca utilices agua muy caliente para lavarla ya que la porcelana puede cuartearse o romperse si se expone a agua muy caliente. Para su secado, utiliza siempre una pañito liso que no desprenda ninguna bolita o hilo y que sea suave. Si quieres guardar la porcelana por una mudanza o porque ya no la quieres tener decorando, envuelve cada pieza en una servilleta de papel o en papel de periódico, siempre de forma independiente y nunca poniendo dos juntas ya que podrían romperse si se golpean con un movimiento.