No todos podemos permitirnos el lujo de adquirir obras de arte para decorar las estancias. Y muchos de nosotros estamos ya un poco aburridos de las reproducciones o las láminas… Así que os propongo que preparéis vuestro propio “cuadro” para decorar el salón o el dormitorio, que combine perfectamente con las telas de las estancias y, además, hecho por vosotros mismos.
El panel de pared que veis en la foto es muy fácil de hacer y apenas sale por 40 euros. Un trabajo sencillo que podéis aplicar a otras funciones, como por ejemplo la de cabecero para la cama.
Para hacer este decorativo panel necesitaréis dos tableros de DM de 12 mm de grosor y de las mismas dimensiones. También os hará falta adhesivo de montaje, pintura acrílica negra, un trozo de tela grande a juego con las cortinas o las tapicerías, cartón fino de color blanco, sierra de calar con hoja de dientes finos, papel de lija, grapadora de pistola, hembrillas, escarpias y tacos de expansión.
Lo primero que hay que hacer es dibujar el motivo en el tablero. Podéis dibujar una esquina en un papel y luego reproducirla al tamaño adecuado; luego se recorta la plantilla y se va colocando sobre el tablero para reproducir todo el dibujo. El DM se recorta con sierra de calar, lijando luego los cortes para que quede perfecto.
Lo siguiente es forrar el tablero de fondo con la tela. Hay que graparla por detrás procurando que quede tensa. Las esquinas se cubren con el cartón blanco, cortado y pegado a la tela de forma que cuando coloquemos encima la celosía, la tela solo aparezca en las flores centrales. La celosía se pinta con dos manos de pintura acrílica negra y se fija sobre el tablero entelado con adhesivo de montaje y puntas sin cabeza.
Para terminar, se cuelga el tablero de la pared con cuatro hembrillas y cuatro escarpias. Hay que hacerlo con tacos de expansión resistentes. Puedes colgar los paneles que quieras; en la foto se han utilizado tres.