Los tocadores son un mueble que antiguamente era imprescindible en cualquier dormitorio en el que hubiera una mujer, pero eso fue cambiando con el paso del tiempo hasta que prácticamente llegaron a desaparecer de la decoración. En los últimos meses se han puesto otra vez de moda, así que tener un tocador en tu dormitorio será una opción perfecta para que la decoración esté a la última, además de que podrás sacarle mucho provecho.
El tocador es el mueble perfecto para organizar todos los productos de belleza, especialmente el maquillaje y todos los accesorios que necesitas para darle un poquito de color y vida a tu rostro cada día. Además, al tener un espejo incorporado podrás hacerlo todo allí mismo y no tendrás que estar llevando el maquillaje de un sitio para otro para poder maquillarte.
Lo ideal es elegir un tocador que puedas empotrar en la pared ya que ahorrarás mucho espacio, aunque si no tienes mucho presupuesto para poder hacerlo siempre puedes comprar uno de los que vienen ya hechos y que puedes encontrar en diversos tamaños, formas y colores. Ten en cuenta que el tocador siempre va acompañado de una silla, así que deberás disponer del espacio necesario para poder ponerla y tenerlo en cuenta a la hora de elegir el tocador ya que deberán combinar ambas cosas para que la decoración sea más bonita.
Cualquier parte del dormitorio es perfecta para poner el tocador, y lo ideal es que a su alrededor no haya muchos muebles ni elementos decorativos para que pueda destacar más y centrar parte de la atención de la decoración. La mejor ubicación es aquella que te ofrezca una buena recepción de luz natural, ya que para maquillarse siempre es mejor ésta que la artificial. El espejo que tenga el tocador también es muy importante, y debes analizar si lo necesitas únicamente para el rostro o si quieres un tocador más completo con un espejo de cuerpo entero.