Cuando cambian las estaciones siempre nos entra la inquietud de la renovación. Apetece adaptar los espacios a los nuevos colores, temperaturas, el estilo de vida… Y esto es especialmente cierto cuando pasamos del verano al otoño, ya que también se reinicia el curso escolar y regresamos de las vacaciones. Afrontar estos cambios renovando los interiores supone una inyección de ilusión y de vitalidad, además de adecuar nuestra casa a la nueva situación y las tendencias.
Pero las cosas no están como para tirar la casa por la ventana, así que hay que ingeniárselas para poder decorar las habitaciones de nuevo con el menor gasto posible. ¿Quieres saber cómo? Pues sigue leyendo y te daré unos cuantos consejos.
Cambiar de sitio el mobiliario. Lo creas o no, es una de las mejores formas de proporcionar un nuevo look a los dormitorios. Además, si adecuas la colocación de los objetos a técnicas como el feng-shui (que en muchos casos no son más que normas de sentido común), también mejorarás en calidad de vida. Un consejo para el dormitorio: si la cama está en el centro de la habitación, colócala en una esquina. Es una forma fácil de “modernizar” el espacio.
Pintar las paredes. Por supuesto, es la reforma por antonomasia: rápida, fácil y barata. Si no quieres pintarlas enteras, dedica tu atención a la pared principal y dale un nuevo tono más oscuro o intenso. Echa un vistazo a las tendencias para el año que viene. El otoño agradece colores acordes con la estación: ocres rojizos, azules grisáceos y verdes musgo.
Emplear telas. Combinar telas de distintos tipos y estampados puede ayudarte en tu tarea de redecoración. Puedes crear un efecto dramático colgando una tela de una barra colocada en la pared sobre la cama a modo de cabecero: extiende los extremos para crear un dosel. Los alzapaños para las cortinas también tienen mucho encanto.
Abusa de los cojines. Son el recurso más agradable y fácil de emplear. Las camas con profusión de cojines combinados dan sensación de comodidad, y los colores y estampados aportan alegría. Ni siquiera tienes que comprar nuevos: puede bastar con cambiarles la funda.
Coloca pequeñas alfombras. Las alfombras a pie de cama son muy agradables cuando nos levantamos descalzos por las mañanas, y además proporcionan toques de color que se pueden quitar o cambiar cuando nos cansemos de ellos. Para obtener un estilo elegante, prueba a colocar alfombras del mismo color que la pared del cabecero (o pintar ésta del color de las alfombras).