Los vinilos decorativos son una de las tendencias que más éxito están teniendo en los dos últimos años, y es que no cabe duda que con ellos se pueden conseguir multitud de estilos y, sobre todo, una decoración muy original para cualquier espacio. Simplemente utilizando un vinilo podrás cambiar por completo el aspecto de un mueble, una pared, una ventana, una fachada… No solo hay una gran variedad de diseños para los vinilos sino que hay también diferentes tipos, cada uno de ellos más adecuado para diferentes espacios.
Cada uno de los vinilos tiene diferentes características, con lo que busques lo que busques podrás encontrar el perfecto para cada lugar. Toma nota de los tipos de vinilos decorativos más comunes:
– Vinilos de agua y jabón: no es que sean de esos elementos sino que necesitan agua y jabón para poder pegarse a la superficie. Es el tipo más recomendable para espacios exteriores ya que es más resistente a la luz solar y a otros factores como la lluvia o el viento. Se recomienda también para utilizar en cualquier superficie que suela cambiar de temperatura, como puede ser la pared de la cocina, y también si quieres hacer rotulaciones.
– Vinilo adhesivo: tal y como indica su nombre, lleva un adhesivo, con lo que no necesita elementos externos para poder colocarse. Es como si fuera una pegatina y es muy recomendable para espacios interiores ya que se adhiere muy bien a cualquier superficie. Es ideal para forrar muebles, armarios o cualquier objeto decorativo. Puede tener varias texturas, así que es uno de los más versátiles, imitando además materiales como la madera o el terciopelo.
– Vinilo electroestático: se pega únicamente con la electricidad estática, lo que es una gran ventaja ya que cuando lo vayas a quitar no quedará ninguna marca. Es la opción más recomendable para superficies que son totalmente lisas y que no tienen ningún rincón ni esquina, como puede ser la mampara del baño o alguna ventana.