Suelos que no resbalan

En Decorablog solemos hablar a menudo sobre los suelos cerámicos y sus ventajas. Sin embargo, hay algo que a muchas personas les echa para atrás a la hora de colocarlos en sus casas: su superficie resbaladiza los puede hacer peligrosos, sobre todo en el exterior, donde el agua de la lluvia o las proximidades de una piscina pueden convertir el pavimento cerámico en una auténtica pista de patinaje.

Sin embargo, hay formas de evitar esto que están al alcance de cualquiera. Si quieres saber cuáles son, sigue leyendo y te las descubriremos.

Una de ellas, la más adecuada si ya tienes instalado el pavimento y no lo quieres cambiar, es aplicar un producto antideslizante sobre las baldosas. Estos productos son líquidos que se venden en los centros de bricolaje y los almacenes de construcción, y por lo general basta con aplicarlos con una mopa y dejarlos secar para que sean eficaces. Eso sí, ten en cuenta que de vez en cuando tendrás que renovar la aplicación para conservar la textura antideslizante.

De todas formas, no cabe duda que la mejor solución es utilizar baldosas antideslizantes desde el principio, que eviten los sustos y los accidentes. Modelos como el pavimento antideslizante Klinker Greco (sobre estas líneas), que presenta una superficie ondulada,están especialmente diseñados para soluciones exteriores y pavimentos que rodean a las piscinas. Son pavimentos antideslizantes Clase 3, que superan con creces las especificaciones exigidas en el Código Técnico de la Edificación (CTE).

El diseño del material es lo que le proporciona su cualidad antideslizante. Así, este suelo cerámico presenta una superficie microtexturada que equilibra el nivel de adherencia con el suelo seco o mojado, reduciendo el riesgo de caídas o resbalones que pudieran producirse por cambios repentinos de la fricción en la pieza cerámica. Este suelo de Grupo Greco Gres es una solución diez, bonita y cien por cien eficaz.