Stickers, adhesivos, vinilos… Los podemos llamar de muchas formas, pero todos son lo mismo. Hace unos años se empezaron a asomar tímidamente a la decoración de las casas, comenzando por las paredes; y hoy día son una auténtica revolución. ¿Por qué? Pues porque solucionan en un momento el problema de decorar las superficies con dibujos o imágenes bien hechos. Y es que pintar como Miguel Ángel no es precisamente fácil…
Los stickers no sólo son adecuados para paredes, sino que también se pueden usar para muchas otras superficies con magníficos resultados. Desde una escalera como la de esta foto a mamparas de baño, cocinas o muebles: seguro que se te ocurren muchas más ideas.
Esta sorprendente escalera se ha decorado con vinilo autoadhesivo con motivos de Halloween. El truco: decorar sólo las contrahuellas de los peldaños, que es lo que se ve cuando miramos de frente. Y además, no se pisan. Este tipo de decoración puede realizarse para alguna ocasión puntual o bien decorar las contrahuellas de forma permanente, hasta que nos cansamos y quitemos o cambiemos los vinilos. ¿A que queda genial?
Otra opción: decorar los muebles de la cocina. En este caso se han revestido con un vinilo muy discreto, rojo sobre blanco. Si quieres algo más impactante, resérvalo sólo para algunas de las puertas de los muebles y combínalos con superficies lisas. Así no te cansarás pronto de la decoración.
Hay vinilos para decorar muebles que quedan tan bonitos como éstos: las imágenes se fragmentan y se reparten entre cajones y puertas. Incluso los hay especiales para muebles de Ikea… Si no los encontráis, siempre podéis dividir la imagen en franjas con un rotulador permanente y cortarla en distintas secciones (siempre midiendo con mucho cuidad0) con un cúter bien afilado.¡Espero que estas ideas os sirvan de inspiración para vuestra casa!