Pintura con efecto escarcha

Las nuevas tendencias de pintura decorativa nos ofrecen posibilidades que hasta ahora no conocíamos, gracias a productos innovadores que hacen que conseguir todo tipo de efectos sea posible de la forma más fácil y rápida. Efecto piedra, rústico… Y también otras propuestas, como la de este post.

La idea es conseguir en la pared el llamado “efecto escarcha”: un brillo sutil y elegante que, en este caso, hemos optado por destinar a unas franjas verticales de la pared. El resultado es fino, discreto y muy especial.

En primer lugar, tendrás que conseguir que la pared esté totalmente lisa y sin grietas ni agujeros. Para ello, rellena con pasta tapagrietas todos los desperfectos que veas; para que se agarre mejor, antes vaporiza la zona a reparar con agua. Aplica la pasta de forma que quede ligeramente por encima de la superficie, ya que estos productos tienden a menguar cuando fraguan. Deja secar hasta el día siguiente y lija con papel nº 280. Quita el polvo y da una mano de fijador de látex rebajado según indique el envase, y déjalo secar el tiempo que digan las instrucciones.

El siguiente paso es aplicar una pintura del color que nos interese. Nosotros nos hemos decantado por un tono lila-malva, muy cubriente y de aspecto aterciopelado. Da dos manos y deja secar; después, delimita las zonas a realzar con cinta de carrocero ancha. Para conseguir el efecto necesitarás un Barniz Efecto Escarcha (lo hay de marcas como Liberon, y lo encontrarás en centros de bricolaje y almacenes de pinturas). Aplicarlo es muy sencillo: basta con extenderlo con un rodillo, dando una o dos manos dependiendo de la intensidad que deseemos para el brillo. Entre capas hay que dejar secar unos treinta minutos. Este interesante acabado se logra gracias a las escamas nacaradas que lleva el producto, y también se puede aplicar sobre muebles.

Fotografía: Cortesía de Leroy Merlin.