Decorar con muebles transparentes


Hace ya tiempo que los muebles transparentes dejaron de ser patrimonio de las películas futuristas de ciencia-ficción. En este sentido, el metacrilato es el material que se lleva “el gato al agua”, por ser más maleable, resistente y fácil de adaptar a las distintas formas y estructuras que el cristal. El vidrio auténtico se utiliza más para encimeras de mesas o baldas; es decir, para superficies planas y rectas, mientras que el mal llamado vidrio acrílico puede ser moldeado con calor, y generar formas increíbles que permiten a los diseñadores dejar volar su imaginación.

Decorar con muebles de metacrilato es un acierto por varios motivos. En primer lugar, el pequeño espacio de la mayoría de las casas y los pisos actuales agradece este tipo de muebles, que visualmente no ocupan espacio gracias a su transparencia. Por ejemplo, una estantería de este material acogerá libros y adornos como si éstos estuviesen flotando en el aire, sin agobiar a los habitantes de la vivienda con su presencia y con toda la robustez del metal o la madera. Y lo mismo rige para muebles como mesas o aparadores; es el caso de estas vanguardistas mesas de centro, que decoran el espacio con su sencillez al tiempo que dejan ver perfectamente la alfombra bajo sus patas, y los muebles que las rodean.


Los diseños más divertidos y avanzados han adoptado la transparencia del metacrilato para crear nuevas versiones de clásicos. ¿Qué os parecen estos dos elegantes sillones de estilo francés, con sus volutas y sus curvas? En lugar de la clásica madera dorada o lacada en blanco envejecido, la transparencia del metacrilato aporta una extrema ligereza y una gran modernidad al diseño. Son sin duda un acierto. Quizás una de las desventajas de estos muebles es que, a veces, dan ligeras “descargas” producto de la electricidad estática… Pero puede ser un pequeño precio a pagar a cambio de tener en nuestra casa estos objetos tan bellos, resistentes e intemporales.

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