La tecnología LED es ya un hecho en nuestras vidas. Sólo tiene ventajas: es económica, potente, ahorrativa, ecológica y las luminarias duran años y años. Las zonas de exterior necesitan especial atención en lo que a iluminación se refiere, ya que con el buen tiempo apetece disfrutar de los atardeceres e incluso las noches al aire libre. Y para ello, una iluminación acertada y agradable es imprescindible. Y si además, las luces son “inteligentes”, mucho mejor. ¿Qué queremos decir con “luces inteligentes”? Muy sencillo: luminarias que lleven sensores de luminosidad y presencia, que se encienden automáticamente cuando oscurece y cuando cualquier movimiento.
Además de ser muy cómodas, ya que nos evitan tener que acercarnos al interruptor para encenderlas, las luminarias con sensor son también una medida de seguridad pasiva que ahuyenta a los posibles intrusos.
Es el caso de la nueva luminaria Noxlite de Osram, que dispone de un sensor crepuscular que permite regular la luminosidad en función de las necesidades. De esta forma, en las estaciones en las que hay más horas de luz solar, la lámpara se encenderá más tarde que en las estaciones invernales. Así se optimiza al máximo el ahorro de energía, con la consiguiente reducción de contaminación lumínica.
El sensor de presencia que lleva garantiza además el ahorro energético, permaneciendo encendida solo cuando sea estrictamente necesario y prolongando así su vida útil. Noxlite está disponible también en modelos sin sensor, que funcionan con un interruptor como cualquier otro foco de jardín o de exterior, para aquellos usuarios que deseen controlar manualmente su encendido y apagado.
La luminaria está disponible en formato individual (un solo foco) o doble (dos focos), que pueden orientarse de forma independiente, con potencias de 6W u 8W cada foco. El tono de luz que ofrece es frío (6.000K), ideal para la reproducción de colores azulados y verdes, propios de las zonas ajardinadas. Encontraréis más información sobre esta inteligente luminaria en la web de Osram.