El éxito de la decoración reside en los detalles


Para decorar bien una casa se necesita mucho tiempo. Tiempo para ir encontrando los muebles que realmente nos gustan y más tiempo para encajarlos sin crear estridencias. Esta pareja diseña pomos de puerta y llevan el interiorismo a flor de piel. Su apartamento, en Seattle (Estados Unidos), es un bello ejemplo de que, con buen gusto, todo se puede combinar.

Los tonos oscuros de la madera del suelo recuperan viveza con el naranja de los caminos de mesa del comedor, las alfombras que dan paso entre la cocina y el salón son de familias opuestas (cuadros azules frente a pelo beige), pero concuerdan, y así un largo etcétera que convierte su casa en un hogar especial y cálido.

La madera del comedor tiene hasta tres tonos diferentes: los frontales del aparador, el parqué y la mesa. Todos de la misma gama, pero ninguno igual. El color naranja del tapete, junto con el blanco roto de las paredes, consigue aglutinar los tonos evitando que queden desiguales. Pero el elemento aglutinador realmente son las texturas. Encima de la encimera de la cocina, un mosaico de colores hecho con topos azules y negros y delante de la mesa del comedor, unas ramas de árbol marrón claro que suben hasta asomarse al primer piso de la casa.

Lo mismo ocurre en su salón y estudio. Cada pieza del mobiliario es diferente, muchas de ellas compradas en mercadillos, pero con telas y grafismos variados que revisten las paredes, todo ellos muy cálidos y creando un ambiente en el que la diferencia es un plus.

Sólo el estudio, lugar de concentración, se han permitido ser más modestos en cuanto a imaginación y combinaciones se refiere. Las paredes simplemente se han pintado de verde intenso y la nota discordante la aportan las sillas, de imbrincado entramado, que cuando estás trabajando, no ves.

El dueño de la casa, Jeff LaCoste, vende los pomos en Modknobs.

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