El boom del loft surgió en los años 70 en Nueva York gracias a una iniciativa de varios estudiantes y artistas como pintores, escultores y fotógrafos que buscaban espacios que fueran económicos para poder vivir y trabajar y que se decidieron a alquilar locales industriales ya que eran más baratos que un piso y también mucho más amplios.
Pronto comenzó a ponerse de moda y miles de personas comenzaron a alquilar esos locales o a redecorar sus hogares para poder conseguir espacios así de amplios y con tanta luminosidad. Es por eso que, además de venderse ya los lofts, mucha gente quiere actualmente convertir su piso o casa en uno para poder disfrutar de mayor amplitud y también de un conjunto visual mucho más agradable.
Para decorar estilo loft necesitas tener una superficie que no tenga divisiones, es decir, tabiques, por lo que es ideal que puedas conseguir un local que sea una vieja fábrica, una tienda u oficinas pero que no tengan ninguna división. Todo tendrá que ir al descubierto aunque sí se utilizan biombos, mamparas o paneles japoneses para poder separar ambientes visualmente, como por ejemplo el cuarto de baño, que aunque comparta espacio con el resto del hogar sí necesita una privacidad.
Si tienes una vivienda de dos pisos, tendrás que ubicar en la parte inferior las áreas comunitarias como el salón, la cocina y el comedor, y en la superior las habitaciones, pudiendo tener la planta baja estilo loft y la superior como una vivienda normal. Los espacios abiertos y vacíos son muy importante en este estilo, así que no sobrecargues ningún ambiente y pon únicamente los muebles y elementos decorativos que realmente necesites.