El famoso sillón Chesterfield ya tiene su propia versión para niños. Es ultracómodo y duradero, capaz de resistir los ataques de cualquier pequeño diablillo. Es perfecto para cualquier habitación infantil e incluso como complemento para el salón.
Su estructura es de madera y está cubierto con piel sintética. Los colores disponibles son el rosa, el negro, el chocolate y el plata. Es adecuado para niños a partir de los dos años. Para limpiarlo no hay más que pasarle un paño mojado con agua jabonosa (pueden servir las toallitas de los bebés).
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