En esta casa de diseño de interiores sueco, las piezas atemporales conviven con viejos artículos usados procedentes de todas las partes del mundo sobre un lienzo de color blanco puro. El resultado es una mezcla ecléctica que rezuma tranquilidad en un ambiente rústico muy peculiar, pero al mismo tiempo acogedor. La decoración es obra de la diseñadora Marie Olsson Nylander, quien ha sabido combinar a las mil maravillas diferentes estilos decorativos.