Hace unos minutos os he hablado de cómo limpiar la silla del escritorio. Ahora es turno de hablar de un tipo de limpieza mucho más profunda y dedicada, la de una casa entera con nombre y apellidos. Lo primero que hay que hacer es no agobiarse y pensar que hay que ir paso por paso. No se tiene que pretender limpiarla toda en un día.
Se ha terminado el verano y nos adentramos en un año largo de trabajo. La vida es así y nos toca apechugar a todos. Por eso es bueno que prepares tu casa para el otoño, una época del año en la que a uno le gusta sentirse cómodo y calentito en casa.
Para empezar, es bueno darle un lavado de cara a las paredes. Lo primero de todo será limpiarlas, y si tienes tiempo y te animas también puedes pintarlas. Es la mejor época del año junto a la llegada de la primavera porque no hace ni frío ni calor. Eso te permite abrir las ventanas de tu casa de par en par para que los olores desaparezcan y se seque más rápido.
Si las paredes de tu casa están pintadas al temple no podrás utilizar agua. En ese caso deberás conformarte con quitar el polvo con el aspirador y eliminar las marcas o rozaduras con goma de borrar. Si por el contrrio es pintura plástica, no tendrás ningún tipo de problema para dejarlas limpias como una patena. Lo único que necesitarás es crear una solución a base de agua fría y detergente líquido. Es recomendable limpiar las paredes de abajo hacia arriba para no dejar cercos ni marcas de gotas. Las marcas de grasa desaparecerán con una solución hecha a base de jabón neutro y unas gotas de aguarrás. Por último, para las manchas oscuras te puede venir muy bien un borrador mágico (lo encontrarás en un supermercado o en una tienda de bricolaje).
Lo siguiente será convertirse en una máquina de aspirar. Con tu aspiradora deberás eliminar todo el polvo que puedas y más. Es importante que el filtro esté limpio en todo momento. Si es fijo tendrás que cepillarlo periódicamente; si es extraíble lo podrás lavar sin problemas, aunque deberás asegurarte de que esté completamente seco antes de volverlo a colocar en la máquina. Después de cada aspirado no olvides limpiar los cepillos retirando la pelusa.
Lo último será la limpieza de armarios. Tus necesidades no serán ni mucho menos las mismas que en verano. El buen tiempo va diciendo adiós y hay que conformarse con el frío. Eso significa que debes guardar bajo llave la ropa más ligera para dar paso a tus abrigos, jerseys y chaquetones. Es importante que planees el cambio de armario con tiempo, que los limpies cuando retires toda la ropa de verano y que lleves a cabo todas las actuaciones necesarias para evitar que las polillas se coman la ropa. Eliminarlas es muy fácil.