En prácticamente todos los hogares hay alfombras en casi todas las estancias y en casi todas las épocas del año. Este complemento textiles no solo te ayuda a que tu hogar esté un poquito más caliente sino que también forma una parte muy importante de la decoración tanto del salón como del dormitorio o incluso de la cocina.
La limpieza de alfombras no es tan sencilla como la gente se piensa, y debes saber bien de qué están compuestas para que no se estropeen cuando las limpias. Para echarte una manita en esto te contaré los métodos de limpieza de alfombras y cómo funciona cada uno de ellos. Toma nota:
– Limpieza en seco: Es el ideal para limpiar alfombras orientales y todas aquellas que sean propensas a la decoloración. Es un método que no utiliza agua, únicamente detergentes y disolventes que penetran en los tejidos y que gracias a un cepillo especial puedes frotarlas sin dañarlas. Al limpiarla así se formarán varios grupos de suciedad por el detergente pero se quita fácilmente con la aspiradora.
– Limpieza con aerosol: Un poco más laborioso que el anterior pero también muy efectivo. Para utilizarlo debes comprar aerosoles especiales que tienen una espuma que rocías en la alfombra formando una ligera capa que luego debes frotar con una esponja y dejar que se seque durante unas cuatro horas. Cuando se haya secado totalmente puedes pasarle la aspiradora para lograr un mejor resultado. Ten cuidado con no poner demasiada espuma ya que te puede quedar húmeda.
– Limpieza con agua caliente: Este método se lleva a cabo únicamente en centros profesionales de lavados ya que se precisan máquinas industriales que apliquen los detergentes a una alta presión. Es muy bueno ya que toda la suciedad se desprende de cualquier fibra y queda en perfectas condiciones.