Nos vamos hasta Cataluña para disfrutar de una de esas casas rústicas que todos querríamos tener para desconectar del ajetreo de la gran ciudad. Está situada en el Priorat y ha sido diseñada por Minim Estudio de Interiorismo, un estudio de diseño con sede en Barcelona.
La casa lo tiene todo para ser cálida y acogedora. Las paredes son principalmente de piedra y la madera juega un papel fundamental. Hay unas escaleras que sirven para conectar sus dos pisos y tampoco hay que olvidarse de la bodega. El vino es el producto estrella de esta región y eso es algo que se nota.
El toque de color lo podemos encontrar en complementos como por ejemplo la alfombra de color lila, mientras que el sofá y las sillas también aportan algo de vida rompiendo con la monotonía.
Para más información podéis visitar minim.es.