Cuando elegimos una cama, no solo es muy importante la calidad y características del colchón sino que la almohada ha de ser también adecuada para nuestro cuerpo y necesidades. De nada vale un colchón maravilloso si la almohada que tenemos es molesta, incómoda o de mala calidad, la cabeza no descansará bien y podremos tener alguna contractura en el cuello o en las cervicales. Toma nota de estos consejos para que puedas hacer la mejor elección:
– Aunque la cama sea de matrimonio, la almohada debe ser individual ya que cada persona tiene sus propias características y necesidades.
– La posición correcta y en la que mejor descansa el cuerpo al dormir es la posición fetal o lateral, y si te gusta dormir boca arriba pon una pequeña almohada o cojín debajo de las rodillas para que la espalda se relaje mucho más.
– Lo normal es que las almohadas se sustituyan cada dos años, que suele ser cuando ya ha perdido sus propiedades o, sencillamente, ya no te parece cómoda porque está vieja o porque tu cuerpo ha cambiado.
– Los materiales que más se venden son el Viscofoam, el Technogel o el Calma Foam, así que tienes una gran variedad de modelos con diferentes características para poder elegir la que mejor le siente a tu cuerpo.
– Es recomendable que la almohada se pruebe antes de comprarla, está claro que no podrás echarte una siesta, pero si pudieras echarte en un colchón para probarla sería lo ideal.