La casa que podéis ver en esta entrada está situada en Extremadura y es muy antigua. Fue construida en el siglo XII por los monjes Jerónimo y posteriormente se convirtió en un molino de aceite. Puesto que tiene mucho valor histórico, su arquitectura original se ha mantenido intacta.
Lo que sí ha sucedido es que se ha rehabilitado. Pero no sólo eso, también se han dado varias transformaciones para convertirse en un hogar capaz de dar cabida a una familia de hoy en día. El arquitecto Ricardo Elizondo fue el encargado de capitanear todas las remodelaciones necesarias creando un interior que destaca por sus líneas austeras y por el empleo de materiales naturales. No se puede negar que el resultado ha sido muy acogedor para los propietarios.