Las ventanas de aluminio están aisladas gracias a una rotura de puente térmico de vinilo extrudido y a veces también de espuma, lo que reduce la pérdida de calor y condensación. Esas son las razones principales por las que las ventanas de aluminio son las perfectas para climas fríos ya que aíslan el ambiente y le dan más calor a tu hogar. La baja densidad del aluminio y su alta resistencia a la corrosión lo hacen ideal para la construcción de ventanas, ya que tendrás una ventana liviana y que no necesita tanto mantenimiento como pueden necesitar las de PVC o de madera.
Según las necesidades de la estancia donde las vayas a poner podrás colocarlas fijas u operables. En el primer caso sólo dejarán pasar la luz mientras que en el segundo se abrirán y cerrarán. Actualmente puedes encontrar en el mercado ventanas de aluminio de muchos tipos, diseños y estilos. El color gris oscuro se utiliza para complementar los sistemas de pintado de ventanas y marcos de aluminio. Aunque el aluminio brillante da una apariencia de ser aluminio en bruto, éste tiene un recubrimiento transparente que ayuda a mantener brillo del material.
Los acabados protegen al aluminio de la corrosión, pero en las zonas costeras se deterioran debido al aire húmedo y salado, por lo que será necesario un acabado especial y un mantenimiento especial para el aluminio en estas zonas. Es necesario mantener las ventanas de aluminio siempre limpias para evitar que los marcos se ensucien y se despeguen. La limpieza debe realizarse al menos una vez al mes con un cepillo de cerdas duras, prestando especial atención a las hojas de la ventana donde, por lo general, la suciedad y el polvo se acumulan.
Utiliza una aspiradora con una boquilla lo suficientemente pequeña como para caber entre la hojas de las ventanas. Para proteger tus ventanas de aluminio de la oxidación y la corrosión utiliza un lubricante de silicona, asegúrate de aplicar el lubricante sólo después de haberlas limpiado bien.