La melamina es un compuesto orgánico muy utilizado para fabricar muebles de cocina. Pueden durar muchos años y en condiciones muy buenas gracias a que el mantenimiento es muy sencillo. La melamina es un tablero aglomerado de partícula o MDF que está recubierto a ambos lados con películas decorativas de resinas melamínicas. Eso hace que la superficie sea lo más cerrada posible, sin poros, dura, impermeable y resistente tanto al calor como al desgaste.
Teniendo en cuenta que la cocina es una de las partes de la casa que reciben más humedad y donde las temperaturas son más altas, no cabe duda de que es un material idóneo. Pese a que es muy resistente al desgaste, no hay que olvidar que requiere algo de mantenimiento para conservarse de la mejor forma posible.
Lo que hay que hacer para limpiarla es pasarle un trapo húmedo con agua jabonosa o desinfectante. Posteriormente hay que hacer lo propio con un trapo absorvente y suave, lo que servirá para evitar cualquier tipo de rayada. Además, de vez en cuando hay que darle con un trapo seco para mantener su brillo.
Por último, decir que hay que ir con mucho cuidado a la hora de utilizar cuchillos sobre la superficie, pues podemos arañarla sin darnos cuenta. Las tablas de madera juegan un papel fundamental para cortar salchichón o lo que os dé la gana.