Seguimos repasando los muebles y complementos más míticos del diseño de los últimos cien años y hoy hacemos un homenaje a una de las lámparas más vistosas y deseadas por los amantes de las cosas bien hechas: la lámpara arco. Esta lámpara, que seguro que has visto miles de veces en películas y en lugares «chic», fue diseñada en 1962 por Achille y Pier Giacomo Castiglioni y su objetivo era aunar en un mismo elemento una lámpara de pie y una lámpara de techo. El resultado no fue nada malo ¿verdad?
Ahora estamos acostumbrados a ver diseños que desafían las leyes de la gravedad, pero en su momento fue toda una revolución y esta lámpara se convirtió en un hito de los años 60. En las mejores casas (que se lo podían permitir, claro) empezaron a ponerse estas lámparas como signo de elegancia y modernidad. Decimos lo de quien se lo podía permitir porque la lámpara en cuestión cuesta actualmente unos 1.500 euros que al cambio de la época no sabemos cuánto es pero barata no era, seguro. Si tienes ese dinero para gastarte en una lámpara, el modelo original es diseñado por la firma italiana Flos, aunque también es verdad que en el mercado se pueden encontrar cientos de imitaciones más baratas. Por ejemplo, en Conforama hay una que ronda los 70 euros que si bien no tiene ese arco tan grande, puede hacer un apaño y es bonita.
La verdadera lampara arco tiene un bloque de mármol de carrara que pesa 65 kilos, (ahí es nada) y que tiene un agujero para meter un palo de escoba y poder moverla. El arco está compuesto por varios tramos en forma de U que están realizados en acero inoxidable y que permite colocar la lámpara en varias alturas. Por último, la pantalla está formada por dos piezas: una fija semiesférica y un anillo de aluminio móvil. Los hermanos Castiglioni se inspiraron en las farolas de la calle para crear esta maravilla del diseño y también son los creadores del doméstico interruptor… ¡Vaya ojo que tenían!