En el mundo de la decoración, tal y como sucede en la moda, lo antiguo vuelve. Por eso no es de extrañar que el estilo retro sea uno de los más aclamados. Si bien es cierto que hay que ser algo atrevido para adoptarlo, no menos cierto es que el resultado que se puede obtener tiene muchas posibilidades de encantar a quien se arriesga. Mezclar estilos antiguos y modernos, con formas de antes y de ahora, es una muy buena opción. El estilo retro está de vuelta una vez más para decorar.
– Fija un patrón y los colores: Para empezar, hay que tener muy claro qué es lo que se busca. Por ello es importante definir los patrones y los colores con los que se va a jugar. Si quieres que el estilo retro se aprecie fácilmente, plásmalo en las paredes con papel pintado, pintura o murales. Hoy en día hay muchas opciones interesantes y fáciles de aplicar. Si por el contrario quieres que no sea tan evidente, demuestra ese estilo cambiando algún mueble o complemento (alfombras, cuadros, cojines…).
– Pequeños toques: Si quieres algo más sutil, te recomiendo abandonar los colores más vivos. No apuestes por tonos pastel y decántante más bien por colores oscuros. Se puede lograr un acabado retro de esa forma, aunque se acercará más al clásico y será más apropiado para personas mayores.
– Muebles retro con acabados modernos: Que los muebles tengan líneas retro no significa que tengan que ser viejos y anticuados. Un acabado moderno puede cambiarles la cara completamente, despertando la admiración entre todos tus invitados. Hoy en día hay muchas firmas que adaptan sus muebles a este estilo de decoración tan demandado.
– Modernismo y elegancia: Si te gusta el minimalismo, el modernismo y la elegancia, aporta sólo unas pequeñas pinceladas retro. No desentonarán para nada y reforzarán la originalidad de cada estancia. Los límites los impondrá tu imaginación. Combinar estilos es en ocasiones lo más recomendable.