La compra de un colchón es una de las compras más importantes. Aunque siempre le damos más importancia a otras cosas, el descanso es algo fundamental, algo que hay que tomarse muy en serio. Por eso, lo ideal es no gastar mucho dinero en una cama bonita y destinarlo a un buen colchón, que al fin y al cabo es lo que vamos a agradecer a corto y largo plazo.
A continuación os damos algunos consejos a la hora de comprarlo. Conviene tenerlos en cuenta para tomar la decisión más acertada:
– El confort es lo principal. Pero cuidado, el colchón más caro no tiene por qué ser el más confortable. Compruébalo tú mismo y compra el que mejor se adapte a tu cuerpo y a tus necesidades. El tamaño, la firmeza y los materiales con los que ha sido elaborado son factores que hay que analizar.
– Escucha a los expertos pero ves con mucho cuidado. Puede que el colchón con más reputación no sea el que más te conviene.
– Presta mucha atención al tamaño. Si es para una sola persona, busca unas medidas que no sean demasiado grandes. De lo contrario, si duermes en pareja y alguno de los dos o los dos sois muy altos, preguntad por los de 2×2.
– La firmeza que queda reflejada en las etiquetas del colchón puede que no se mida igual en todas las marcas. Tenlo en cuenta a la hora de comparar colchones.
– Prueba el colchón. Es una auténtica locura comprarse un colchón sin haberlo probado. Si se niegan a dejártelo probar o te comentan que te lo van a mandar a casa directamente, descártalo.
– Accede a foros en los que puedas recabar opiniones de otros consumidores. En ocasiones, los consejos de la gente son los más válidos y fiables, tal y como sucede cuando uno se dispone a contratar una noche de hotel.
– Que un colchón sea muy firme no significa que sea mejor. Tiene que ser lo suficiente firme como para aguantar la columna vertebral y el resto de partes del cuerpo, pero sin llegar a ser como una piedra. Eso podría impedir adoptar una posición natural.
– Que un colchón sea muy suave tampoco garantiza nada. Si nuestro cuerpo cae demasiado, podemos levantarnos con fuertes dolores de espalda.
– Fija un presupuesto e intenta no moverte demasiado de la cifra elegida. Los colchones varían mucho de precio y los fabricantes pueden jugar con mucho margen.
– No te precipites. Nunca vayas a comprar demostrando que estás desesperado por conseguir un colchón, de lo contrario inflarán más su precio (a no ser que esté visible en un cartel). Toma una decisión con calma, haciendo todas las consultas que tengas que hacer.
– Abre tu mente a las diferentes opciones del mercado: colchones con muelles, camas de agua, camas de aire, camas con espuma, látex, viscolátex… Nunca sabes qué es lo que te puede venir mejor.
– Las camas híbridas se están poniendo de moda. Sin embargo, yo recominedo las de látex por experiencia, aunque las de viscolátex no están nada mal.
– Piensa que las marcas con buena reputación pueden ofrecerte un producto mejor. Normalmente esto es así, pero tampoco pagues un precio abusivo por un colchón que no sea nada del otro mundo.
– Por último, pregunta por la garantía. Cuantos más años de garantía tenga mejor será el colchón, pues quien puede ofrecer una garantía a largo plazo es quien sabe que está ofreciendo un producto de calidad.