Hay que destacar el papel que el diseñador de este apartamento ha tenido. A primera vista es fácil pensar que se trata de un apartamento de más de 150 metros cuadrados, pero la sorpresa llega cuando uno sabe que en realidad es de 92 metros cuadrados. El espacio ha sido aprovechado al máximo y se ha conseguido un efecto de amplitud que muchos buscan pero no encuentran.
Está compuesto por tres habitaciones y una terraza al aire libre que no es gran cosa en lo que a espacio se refiere. El blanco es el color predominante al ser el que consigue dar una mayor sensación de amplitud y profundidad. Sin embargo, está muy bien combinado con tonos verdes, rojos, beige, azules, rosas y lilas. No le falta absolutamente de nada y refleja mucha frescura. Es muy luminoso (otro aspecto importante para que parezca más grande) y cuenta con un comedor con capacidad para 6 personas.
