Aunque parezca imposible, vivir en un piso de 16 metros cuadrados es posible. Esto no es que lo diga yo porque me lo invente, lo digo porque lo acabao de comprobar de primera mano. En las imágenes podéis ver un piso de esas dimensiones situado en Seattle. El dueño, Steve Sauer, no puede vivir siendo más feliz.
La mayoría de muebles reconoce que los ha comprado en Ikea. Está muy satisfecho, especialmente con la mesa de la cocina que es desplegable. Evidentemente, ha sido imprescindible crear una segunda planta para ganar espacio a lo alto.
Si para ti la calidad es más importante que la cantidad, desde luego que podrás vivir en uno de estos pisos. No le falta de nada aunque la sensación de agobio puede cebarse contigo al cabo de un tiempo. Lo mejor es salir mucho a la calle y no encerrarse. La decoración, por desgracia, está supeditada al problema de almacenamiento.