Es habitual elegir una mesa de comedor en madera clara u oscura. También es posible seleccionar un diseño de estilo industrial. En otros casos, un mueble blanco se convierte en el verdadero protagonista del salón. ¿Por qué elegir un diseño en blanco? Te lo contamos en Decorablog.
1. Un mueble versátil que se integra en la evolución del salón
El salón es una de las estancias que no permanece de forma invariable a lo largo del tiempo. Es muy probable que sumes algunos cambios en la zona de estar o en el comedor. Pues bien, para facilitar el proceso de redecorar el entorno, es recomendable que su base sea muy flexible. Y una mesa en blanco reúne esa característica puesto que, como puedes comprobar, combina con diversos estilos, tonos y acabados.
2. Un toque moderno
Una mesa de comedor de color blanco es atemporal, pero también marca tendencia. Aporta un toque actual a un espacio que rejuvenece gracias a su claridad, luminosidad y perspectiva. Si quieres actualizar este rincón de tu hogar, sin cambiar todos los muebles que completan la estancia, la mesa de color blanco produce un efecto visual inmediato. Añade calidez y modernidad al contexto.
3. Ilumina la zona del comedor
Existen recursos decorativos que consiguen iluminar un espacio desde el interior. Un techo de color blanco, por ejemplo, produce ese efecto visual. En otros casos, el propietario de la vivienda elige una alfombra amplia y clara para enmarcar un rincón de la estancia. Pues bien, un mueble en blanco también se alinea con el propósito de potenciar la luminosidad en un lugar. Especialmente, si otros muebles de la habitación presentan un tono más oscuro.
4. Combina muy bien con la madera
Una mesa blanca combina con todo tipo de materiales, pero forma un binomio especialmente atractivo con otros elementos que lucen un acabado similar a la madera. Un acabado que, por otra parte, está tan presente en los hogares actuales. Sin duda, es una fórmula que resulta muy favorecedora en una estancia de estilo rústico renovado. Pero también añade un toque sorprendente en un escenario de estética industrial.
5. Un tono relajante que aporta bienestar
La funcionalidad es visible en diferentes aspectos de la decoración del salón. Pero la funcionalidad no solo está en conexión con la utilidad de un mueble. El propio estudio del color puede alinearse con un propósito esencial: alimentar el bienestar en casa. Pues bien, el blanco es un tono agradable y relajante que resulta especialmente indicado en un espacio que enmarca la hora de la comida, la merienda o la cena. Un lugar que propicia la comunicación y las conversaciones familiares.
6. Combinan con todo tipo de cortinas
La combinación con el entorno es determinante para potenciar la continuidad visual en un espacio. Pero la conexión que la mesa blanca mantiene con el contexto va más allá de muebles, suelos y decoración de paredes. Es un formato que también queda muy bien con todo tipo de textiles. Por ello, crea el conjunto ideal con cortinas estampadas, oscuras o claras. Una opción que conviene considerar, especialmente, cuando la mesa se sitúa cerca de una ventana.
7. Aportan una mayor sensación de amplitud
La mesa ocupa un espacio por sí misma. Y, a veces, es necesario optar por colores que aportan una mayor sensación de amplitud en un comedor pequeño o mediano. Pues bien, el blanco no solo añade luminosidad, sino también hace que ese rincón parezca más grande todavía.
La mesa de comedor no está presente en todos los salones, delimitando una zona de la estancia. Sin embargo, la elección del mueble es muy importante en aquellos casos en los que forma parte del plano.