El vestidor se ha convertido en uno de los espacios de la casa que puede influir significativamente en los detalles de una reforma. Algunas personas sueñan con ganar espacio para ordenar prendas y complementos. Si quieres planificar un entorno que responda a tus expectativas, descubre seis propuestas.
1. Vestidor a medida: una inversión a tener en cuenta
Como indica su nombre, su estructura se adapta perfectamente a la superficie de la estancia. El vestidor está organizado en varios apartados, zonas y compartimentos. De este modo, proporciona el espacio necesario para guardar cada tipo de prenda o accesorio.
En definitiva, los vestidores a medida optimizan el espacio disponible y, por otra parte, cubren las necesidades personales. Es habitual destinar una habitación de la casa para enmarcar ese universo que inspira a los amantes de las tendencias.
Sin embargo, el proyecto de diseñar un vestidor a medida supone una inversión más elevada que otras alternativas creadas a partir de muebles más económicos.
2. Vestidor integrado en el dormitorio
En ocasiones, el vestidor se sitúa en una estancia independiente. En otros casos, se integra en el dormitorio. Una combinación que pone en valor dos zonas distintas que se complementan en la práctica. Mientras que la elaboración de un diseño a medida puede elevar el precio del inmueble, un vestidor integrado realza la comodidad y la estética en la habitación.
La parte destinada a organizar la ropa y los complementos aporta una nueva perspectiva en el dormitorio.
3. Vestidor con isla: una combinación muy elegante
La organización de un espacio en torno a una isla central es una idea que destaca en las cocinas abiertas. Pues bien, la isla también puede representar un espectacular punto focal en un vestidor abierto que gana un mayor espacio de almacenaje para organizar los complementos.
Además, la isla presenta una gran versatilidad a nivel decorativo, puesto que puede enmarcar bonitos adornos en su superficie. Por ejemplo, un jarrón con un ramo de flores aporta un toque muy decorativo a través de la atención al detalle.
Por otra parte, la isla ocupa una ubicación estratégica en este escenario que simboliza el valor de la creatividad, el confort y el estilo personal. El lenguaje de la moda tiene una visibilidad especial en un vestidor con una isla central. La posición de este elemento es determinante para crear una diferenciación de zonas.
4. Vestidor con puertas transparentes
En la actualidad, existe una diferenciación clave en la estructura de un vestidor: este puede ser abierto, cerrado o combinar ambos formatos.
Pues bien, las puertas transparentes encuentran el equilibrio entre delimitar la superficie destinada a guardar la ropa y mantener la conexión con el entorno por medio de una composición transparente que deja ver las prendas y bolsos que están en su interior.
5. Vestidor con un tocador integrado
Integrar dos espacios complementarios es una fórmula frecuente en decoración. Como hemos comentado en el apartador anterior, el vestidor puede formar parte del dormitorio.
Pues bien, existe otra composición que marca tendencia: integrar un tocador en el espacio destinado a organizar la ropa, los complementos y los accesorios. El tocador es el marco perfecto para realizar los últimos retoques del maquillaje.
6. Vestidor compartido en forma de U
Un espacio de vestidor se diferencia en numerosos aspectos. Este puede estar realizado a medida o formado por un mobiliario más económico. El frente puede quedar abierto, cerrado o semiabierto. Finalmente, conviene analizar la forma para que se alinee con el contexto. Pues bien, un vestidor en U es aquel que ocupa tres paredes de una estancia.
Es un esquema que ofrece una gran amplitud para guardar la ropa y los complementos. Por ello, es un tipo de vestidor que puede compartirse en pareja.