Los salones pequeños ofrecen muchas posibilidades en la práctica porque, actualmente, existen numerosas soluciones decorativas. Es decir, hay ideas y tendencias que se adaptan a todo tipo de entornos. Sin embargo, la limitación en el número de metros útiles enmarca un contexto en el que conviene evitar los siguientes errores habituales.
1. Paredes que están excesivamente llenas de adornos
Es una buena idea dirigir la atención hacia esta perspectiva del salón con el objetivo de personalizar el entorno. Sin duda, las paredes incrementan la visibilidad de piezas tan especiales como una obra de arte o un espejo.
Sin embargo, un fallo frecuente es recargar más de una pared con un exceso de artículos que añaden ruido visual. Es decir, conviene priorizar la perspectiva principal para situar algunos detalles.
2. Utilizar colores oscuros en la base o muebles de la estancia
Los tonos oscuros también son bienvenidos en la decoración de salones pequeños. Añaden nuevas posibilidades, amplían el universo creativo en el diseño del lugar. Sin embargo, pueden llegar a convertirse en un error cuando se emplean de forma principal en la base de la habitación o en el mobiliario.
En ese caso, los colores oscuros hacen que el entorno parezca menos luminoso. También empequeñecen el contexto puesto que reducen la sensación de amplitud.
3. Ausencia de prioridades perfectamente definidas
Un salón pequeño resulta menos práctico y funcional cuando la decoración no se alinea con metas realistas. Es fundamental definir los objetivos y ajustar las expectativas.
Más allá del ideal que se percibe como el espacio soñado desde el punto de vista personal, es importante analizar la realidad en su verdadera esencia para embellecer el lugar por medio de su mejor versión. Sin embargo, tal vez sea recomendable renunciar a algún aspecto para fijar la atención de un modo principal en otro.
4. Una mesa de centro que ocupa demasiado espacio
Existen errores decorativos que interfieren en la experiencia de comodidad que genera la conexión con el contexto. Por ejemplo, hay obstáculos que pueden interferir en la seguridad de los desplazamientos. La mesa de centro ocupa una ubicación estratégica en relación con los sofás. Es una pieza auxiliar que destaca por su cercanía respecto a los asientos de la zona de estar.
Además, es un tipo de mueble que se convierte en el protagonista de muchos salones, puesto que existen tendencias muy atractivas. Los diseños con formas geométricas o los modelos con un formato doble están de moda. Más allá de la estética, un salón pequeño requiere de una mesa que sea principalmente funcional. Es decir, es un error elegir una propuesta que ocupa demasiados centímetros en relación con el plano.
5. Una decoración impersonal: ausencia de detalles emocionales
Las opciones en el proyecto de decoración se reducen cuando el foco de atención se dirige hacia aquellas tendencias que no resultan viables en el plano.
La comparación con otras estancias más amplias puede hacer que un salón pequeño se muestre como un entorno que no puede llegar a ser tan estético o funcional. Un salón pequeño, en ocasiones, muestra una decoración excesivamente impersonal, básica y sencilla.
6. Repetir la distribución habitual sin analizar otras opciones
La zona de estar es muy importante en la vida cotidiana. Sin embargo, ofrece diferentes composiciones que van más allá de la perspectiva clásica o tradicional. La combinación de un sofá de varias plazas que forma un conjunto elegante con otras butacas es frecuente. Pero quizá sea preciso analizar otras alternativas para dar amplitud a la zona de estar en un salón pequeño.
Es decir, la planificación de la estancia no solo debe atender las características del lugar, sino también el estilo de vida.