La alfombra es un complemento muy decorativo que imprime una calidez especial en el dormitorio, el salón y el comedor. Puedes utilizar un producto con un diseño bonito para enmarcar una zona concreta. ¿Cómo elegir un artículo que tenga las medidas adecuadas? En Decorablog compartimos seis sugerencias.
1. Qué elementos se ubican dentro de la alfombra
El formato de este elemento decorativo debe tener una proporción con la forma de la estancia en la que se sitúa. Por ejemplo, un diseño excesivamente grande empequeñece una habitación que no es amplia. ¿Qué objetivo decorativo cumple este complemento sobre el plano?
Decide qué elementos estarán completamente integrados en la superficie de la alfombra y qué otros detalles quedan fuera de ella. Por ejemplo, el tamaño del producto aumenta si sobre este va a quedar enmarcado un sofá grande.
2. En conexión con un mueble principal
Las medidas de la alfombra seleccionada deben alinearse con los metros cuadrados disponibles en la estancia. Pero existe otra referencia que puedes tener en cuenta: es importante que la alfombra mantenga una proporción con el mueble que complementa. Por ejemplo, la mesa del comedor, la cama del dormitorio o la mesita de centro en el salón. Una alfombra es un complemento muy práctico, pero no es imprescindible en todos los casos. El diseño adecuado es aquel que eleva la estética, el confort y la calidez de una estancia.
3. Espacio vacío en el suelo
Una alfombra ocupa el espacio con su elegancia, su textura y su color. Sus medidas crean una atmósfera muy agradable en un entorno. De hecho, es el recurso ideal para separar ambientes. Un formato que no se adapta a las necesidades de la habitación puede llegar a recargar el look final. ¿Qué superficie de suelo queda vacío?
Es positivo que el complemento destaque sobre el fondo o mantenga una continuidad visual. Es importante que los bordes de la alfombra no representen ningún tipo de límite. En ocasiones, existen detalles que no se tienen en cuenta y se perciben en la composición final. Por ejemplo, la puerta que da acceso a la habitación debe abrirse y cerrarse con la máxima facilidad.
4. Mide el espacio y revisa la información
Realiza las comprobaciones necesarias para contextualizar el lugar en el que vas a ubicar el producto. Aunque creas que conoces perfectamente las diferentes estancias de tu hogar, es importante que midas el espacio para evitar imprevistos innecesarios. De este modo, puedes orientar la búsqueda de una alfombra que se ajusta al entorno con precisión.
Compara diferentes modelos y sigue perseverando en tu objetivo si en un primer momento tienes dificultades para localizar un diseño con las características deseadas.
5. Cuál es el nivel de protagonismo de la alfombra
La ubicación de la alfombra muestra una nueva perspectiva de la estancia. Es un complemento muy versátil que viste el entorno con una excelente atención al detalle. Sin embargo, el nivel de protagonismo de la alfombra depende de su relación con el punto focal de la habitación o de sus dimensiones. Por ejemplo, una alfombra que se sitúa debajo de la cama tiene una mayor presencia visual que un diseño que se coloca a uno de los lados del mueble principal del dormitorio.
6. Realiza una recreación de la composición final
Una óptima planificación te ayuda a encontrar el producto perfecto. ¿Cómo anticipar el resultado final incluso antes de elegir el diseño definitivo? Realiza una representación de cómo quedará la alfombra en la estancia. Por ejemplo, puedes definir los límites del producto por medio del uso de una cinta específica para el suelo.
Esta representación puede servirte como referencia para visualizar la decoración definitiva.