Un exceso de tendencias pasajeras hace que el salón pronto quede desactualizado. Por ello, la búsqueda de la atemporalidad en los colores utilizados realza la estética del espacio. ¿Qué colores imprimen un look que no está condicionado por la moda?
1. Tonos tierra en el salón
El salón es una estancia que se disfruta en innumerables momentos de la vida cotidiana. Los tonos tierra crean una base versátil que muestra su mejor versión en cada una de las estaciones. Son tonos que remiten de forma directa a la metáfora del paisaje natural que se integra en el interior del hogar por medio del uso consciente del color.
2. Beige y blanco
El predominio de los tonos claros es habitual en muchos salones. Son los colores seleccionados para dar amplitud a la estancia. El blanco se convierte en la primera opción para vestir techos, paredes o, incluso, el mobiliario. Pero existen otras alternativas que mantienen su esencia aunque con matices diferentes. Por ello, el beige es uno de los tonos que imprime una mayor atemporalidad en un ambiente. Además, combina con otros ingredientes como el gris o el negro.
3. Verde y gris en el salón
Crear un rincón de calma en el salón es una propuesta que incrementa el bienestar emocional. Ese rincón se convierte en un pequeño refugio de conexión con el presente. Pero toda la estancia muestra su mejor versión por medio de colores que imprimen una sensación de tranquilidad en el ambiente. El verde, uno de los componentes más destacados del paisaje. añade una dosis de frescura a la decoración. ¿Con qué otro color puedes combinarlo? Crea el binomio ideal con el gris o el blanco.
4. Azul combinado con madera
El azul es otro de los tonos que describe de forma directa diferentes imágenes del entorno natural. Es un ingrediente que puede estar presente en una imagen mental que te transporta hasta un escenario de calma y serenidad. Además, es un tono ideal para enmarcar un punto focal como el sofá. El mueble más importante de la estancia, sinónimo de confort y conversación, reduce su peso visual por medio de un acabado claro.
Además, es un tono que combina perfectamente con muebles y revestimientos de madera. La suma de ambos ingredientes imprime calidez a la zona de estar. El resultado final de la decoración es un look que posee una base atemporal.
5. Gris y color mostaza en el salón
La combinación de colores seleccionada se contextualiza en un espacio en el que conviene realzar sus características positivas. Existen colores que quedan bien en un salón grande. Y, sin embargo, quizá sea necesario descartarlos en estancias pequeñas. Cualquier color tiene su lugar en una estancia. La clave reside en añadirlo en la proporción adecuada.
6. Blanco total
El blanco es el color que habitualmente está presente en cualquier tipo de composición. En ocasiones, es el elemento predominante como muestra un look total white. La imagen de la estancia puede suavizarse con algunos elementos que destacan sobre la base. Por ejemplo, los complementos elaborados en mimbre son muy favorecedores.
7. Diferentes tipos de azul
Una misma estancia puede mostrar diferentes variaciones de una tonalidad. En ese caso, dicho color es un hilo conductor que realza la continuidad visual en la habitación analizada desde un punto de vista integral. Los distintos tipos de azul, por otra parte, lucen un acabado muy actual en los textiles. Por ejemplo, es un tono que realza su elegancia en un sofá de terciopelo o en unas cortinas gruesas con una bella caída.
Un salón atemporal es aquel que posee una base sobre la que pueden realizarse otros cambios y variaciones.